domingo, 9 de abril de 2017

Y LLEGÓ EL DÍA.

Van varios días del desastre anunciado de Mocoa, producida por el desbordamiento del embalse del acueducto, y los ríos que la circundan.

Ningún funcionario, desde el presidente hacia abajo, pasando, por el viceministro Rivera, el congreso, el gobernador y el alcalde ha dicho esta boca es mía, para definirse como responsable de la tragedia.

Quedan sí testimonios del cura Parra, de un congresista que hace unos meses advertía de la tragedia que veía venir, no solamente en Mocoa,sino también en Puerto Asís y otros lugares.

Ahora hay investigación de las instituciones de vigilancia para determinar posibles responsabilidades del funcionariado desentendido de los problemas reales del común de la gente.

Otro 9 de abril

Hoy, otro 9 de abril, el día nacional de las víctimas, nada ha pasado en relación con este hecho que cobró más de 300 muertes, y la destrucción de 17 barrios. Tampoco se resolvió el reclamo de los campesinos que siembran y cultivan coca, en tres corregimientos del municipio de Tumaco.

Nada pasó todavía con las protestas de los estudiantes universitarios en Bogotá, y los habitantes de Suacha, contra el colapsado y cada vez más caro transporte público. No están libros los presos políticos, sigue encarcelado Mateo Gutiérrez, y los líderes sociales cuyo apresamiento denunció el padre Gustavo de Roux.

Por estos hechos, y potísimas razones, hay motivos suficientes para la rebeldía ciudadanía, y para pensar en formas de autogestión de la política, y rescate de lo común, obrando en consecuencia.

Lo hecho por Gaitán fue un camino, y un acto de valor en un tiempo de gran violencia. No fue suficiente, y su sacrificio heroico, produjo un levantamiento de los simples, de los subalternos, que no termina. Nos corresponde continuar ahora ese legado.



Es ir contracorriente, y transformar el sentido común que paraliza, y el pesimismo que se cultiva con provecho por el país político. Pero, el país nacional no está vencido, y no puede estarlo. A construir la autonomía, y darle existencia a un frente común, con las víctimas que no quieren seguir siéndolo en medio de la impunidad de siempre..