domingo, 3 de diciembre de 2017

RICHARD DAWKINS EN COLOMBIA.
LOS 80 AÑOS DE LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE LA JAVERIANA.

miguel angel herrera zgaib.
profesor asociado, ciencia política, Unal. Exrector Universidad Libre de Colombia.
director seminario internacional gramsci.

¿El espejismo de Dios?

Mañana, a las 8 am., empieza el duelo entre ateos y creyentes. Los interlocutores, el biólogo y etólogo Richard Dawkins, escritor famoso por su libro "el gen egoista", quien ha alcanzado merecida notoriedad. Y el exrector de la U. Javeriana, el jesuita, Gerardo Remolina.

El ejercicio intelectual tiene tres estaciones, las otras dos serán Medellín y Cartagena. Por supuesto que, sin damos créditos a las pocas estadísticas conocidas, Colombia sigue siendo un país de creyentes, preñado de dogmatismos. Los ateos son un puñado, quizás, en una cifra que no supere las 100.000 personas.

Dawkins es un continuador de la obra de su coterráneo, Charles Darwin, a quien Carlos Marx quiso dedicarle el primer tomo de El Capital, y que aquel no lo aceptó. Pero, si estuvieron con Engels en el entierro que se realizó en Highgate.

Creacionismo y big bang

Una de las más intensas batallas ha sido contra y en defensa del creacionismo, una afrenta a los aportes establecidos por la ciencia natural moderna. Es un debate que nos retrotrae a los tiempos del brillante sacerdote y científico Teilhard de Chardin, quien trató de aclimatar la verdad científica, siempre dispuesta a las refutaciones y la fe de cualquier credo, mono o politeista.

Otro paisano de Dawkins, Stephen Hawking, se ha declarado ateo, y sigue insistiendo desde la orilla de la astrofísica, en la génesis del universo como resultado arbitrario de una explosión, que se expande de manera incesante. No es la biología, que es la experticia de Richard.

La religión es el opio....

Pero, eso sí, los dos súbditos de la reina Isabel insisten siempe que pueden, que ya es tiempo de darle paso a la ciencia, y dejar a las creencias y la fe, el lugar que les corresponde en el tercer milenio, sin formatear en las escuelas la mente de los párvulos con nuevas dosis de fanatismo religioso.

El propio presidente Santos no se resistió a hacer parte de la parafernalia celebratoria. Condecorará con la Cruz de Oro Simón Bolívar al ilustre visitante que tiene su residencia en Londres, desde donde viajó a Colombia.

Se supo también, que en la visita a la librería Lerner tuvo como abfitrión al ministro de salud, Alejandro Gaviria, y allí Dawkins estampó su firma en los libros de los entusiastas de su obra.

Pareciera ser que Gaviria es uno de los jóvenes ateos "confesos" que no tiene empacho en mostrarse como tal, sin tener que temer a las excomuniones, o a los golpes de camándula de políticos como Alvarito o Alejito, y tantos otros, que buscan votos invocando a dios en sus arengas y decires.

Muy poco conocen los colombianos del credo de Juampa, y si, como liberal que dice ser, ha estado conectado de alguna manera con la masonería, que fue una gran rival del predominio religioso católico en la Colombia del siglo XIX y el XX.

Entre cristianos y masones

Lo que sí no se ha puesto en duda, hasta el día de hoy, es la pertenencia a la masonería de los dos grandes artífices de la independencia de la Nueva Granada, Simón Bolívar, que da nombre a la Cruz de Oro que adornará el pecho de Dawkins, y Francisco de Paula Santander.

Tampoco se pone en duda que ambos líderes militares y políticos compitieron por los dones y belleza de las hermanas Ibáñez, dueñas y señoras de Ocaña, según el libro de Duarte French.



La colombiana no es una sociedad laica, no tiene tampoco una verdadera democracia, sino remedos de ésta. La modernidad entró con dificultad durante la segunda mitad del siglo XX, después de un sinnúmero de excomuniones, y persecuciones no solo a ateos, masones, sino a "protestantes", modo genérico de referirse a las diferentes denominaciones cristianas.

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